Debate viernes 17 de diciembre de 10021 19:00. Presentado por María
El “buenismo”: algunos interrogantes y reflexiones
La palabra “buenismo” ha entrado en nuestro vocabulario social-político, desde la irrupción de Rodríguez Zapatero en el Gobierno de España en 2004, para que de una forma peyorativa, criticar actitudes o comportamientos que a priori, sin ninguna carga ideológica, identificaríamos como humanitarios, comportamientos nacidos de la buena intención, de nuestra necesidad como seres humanos de hacer el bien o como decía Rousseau, de la “naturaleza humana”.
Sin embargo, en el momento en que cargamos esta palabra con ideología, estas acciones nacidas generalmente del bien, de la bondad humana, se consideran como perniciosas, ingenuas, destructoras y amenazantes a nuestro medio social, nuestra identidad y nivel de vida.
Para la Real Academia de la Lengua Española, “buenismo” significa:
“De bueno e -ismo.
1. m. Actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia. U. m. en sent. Despect.”
(Ver la crítica que hizo la/el periodista Montero González a esta definición en el diario.es, cuyo link está aquí:
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/buenismo-rae_129_2984586.html)
Es curioso que esta definición, de la RAE, la circunscribe a un contexto de “conflicto”, es decir, sin conflicto no hay buenismo.
Sin embargo, si preguntamos al ciudadano medio ¿qué es “buenismo”? nos dirá que el “buenismo” se identifica con una ideología de Izquierda, quizás infantil, permisiva con todo, que entiende mal el hacer el bien o que se trata de despreciar a aquellos que hacen una acción solidaria.
Es cierto, que estas actitudes “buenistas” parecen atribuirse a una ideología de Izquierda, basada en los principios de solidaridad, tolerancia, libertad y promoción de la diversidad y el pluralismo. Por ello, parece que la Derecha y otras ideologías mas allá de la Derecha, se han apropiado de este vocablo para criticar y denigrar a la Izquierda.
Puesto que conductas “buenistas” hay en todos los ámbitos de la acción humana, y con el fin de delimitar este debate, nos vamos a centrar en la actitud tachada de “buenista” al rescatar a personas migrantes en el Mediterráneo. Esta fue la crítica que recibió el recién formado gobierno de Pedro Sánchez cuando abrió el puerto de Valencia para que desembarcaran los migrantes rescatados por el Open Arms y que ningún otro país limítrofe quería rescatar. En este conflicto, hubo una gran polarización: los “buenistas” y otros felicitando a Pedro Sánchez por su acción humanitaria, y los “anti-buenistas” criticando a Sánchez por su temeridad: “el efecto llamada” se convirtió en uno de los argumentos más esgrimidos para oponerse a esta acción humanitaria.
En este breve artículo del diariopatriota es interesante leer los 5 comentarios sobre una noticia similar, sobre todo el último firmado por una tal Marisa, que representa una clara postura “anti-buenista”.
La problemática de esta situación es que conductas que deberían ser en principio aplaudidas, como la preservación de la vida humana en situaciones precarias (por centrarnos, el rescate de seres humanos – migrantes - de las aguas del Mediterráneo) se perciben como conductas erróneas y que deben, para nuestro propio bien, ser eliminadas. Según la mentalidad de los “anti-buenistas”, el mundo funcionaría mejor si no rescatáramos a personas del Mediterráneo, pero ¿es esto verdad? ¿Dejarían de venir los migrantes si los dejáramos morir en el Mediterráneo?
Artículo a favor del “buenismo”
Y para ello, os invito a leer este artículo publicado por Salva Solano en su blog “Votaycalla”
https://www.votaycalla.com/buenismo/
Vídeo en contra del buenismo
Opuesto al de más arriba, os invito a ver el corto vídeo de Alonso DM, de 6:43 minutos de duración, publicado en su canal de YouTube, que presenta la definición del “buenista” desde el punto de vista de un “anti-buenista”, cuyo link es el siguiente:
Preguntas y reflexiones
Detrás de todas estas opiniones, se encuentra algo más profundo que podemos definir como: “el miedo al Otro”, que se plasma en actitudes racistas, xenófobas, y que exacerban el populismo, y por otra parte “la necesidad de ayudar al Otro”, venga de donde venga.
Después de poner estos dos puntos de vistas completamente opuestos, os emplazo a que reflexionemos sobre las siguientes preguntas:
§ ¿Sería “buenismo” que, en vez de rescatar a personas que huyen de la pobreza, conflicto bélicos, violencia, etc, rescatáramos, en las mismas aguas, a un grupo de turistas americanos y británicos, todos blancos y rubios, que estaban haciendo un crucero por el Mediterráneo? Y si no es así, ¿por qué huir de la pobreza hace a esa persona menos merecedora de ser salvada que a un turista en apuros en el Mediterráneo?
§ ¿Sería “buenismo” que esta nueva figura que acaba de irrumpir en el mundo de la economía, el inversor activista, es decir, los grandes fondos inversores con capacidad de decisión en grandes multinacionales, empujara a empresas mundiales a tener en cuenta, por poner un ejemplo, la Agenda 2030, o pensamos que eso es lo menos que el gran capital ha de hacer por la sociedad, y por tanto no se consideraría “buenismo”?
§ ¿Por qué criticamos tanto al “buenismo”?
§ ¿Qué persona en nuestro país no querría ser rescatada si estuviera ahogándose en cualquier parte del mundo? ¿Aceptaríamos y veríamos como normal que si estuviéramos, por ejemplo, ahogándonos en las aguas de Australia, no se nos rescatara porque la población local nos viera como extranjeros sin papeles y por tanto una amenaza a su nivel social, cultural, etc? ¿Por qué ayudar a gente que por lo general percibimos diferentes y que tienen menos medios económicos que nosotros, no solo lo criticamos sino que los “anti-buenistas” se oponen a ello?
§ ¿Qué diferencia hay entre el buenismo y el altruismo? En ambas situaciones, el objetivo final es el mismo: ayudar a una persona en situación de necesidad. ¿Por qué en un caso se nos tacharía de ingenuos y “buenistas” y en el otro, se nos trataría de persona buena, decente e incluso de héroe/heroína?
§ Y el trabajo voluntario, ¿es “buenismo” o es altruimo? ¿Lo aplaudimos y fomentamos o lo denigramos como el “buenismo”?
§ ¿Esconde el “anti-buenismo” la máxima de Hobbes de que el hombre es un lobo para el hombre, y por tanto deberíamos comportarnos como lobos y no ayudar a otros?
§ ¿Cómo sería el mundo sin “buenismo”? ¿Nos pasaríamos la vida “juzgando” a otros, y diciendo: “I told you so” o “te lo mereces”?
§ ¿Cuál es la alternativa al “buenismo”? ¿No hacer nada?
Finamente, os invito a ver este vídeo, un poco más largo, donde un sacerdote católico americano explica la diferencia entre “buenismo” y “anti-buenismo” en inglés. En este vídeo, este sacerdote explica la diferencia del “buenismo”, [es decir, que nos vean haciendo el bien (que yo no lo llamaría “buenismo”, sino postureo hipócrita)]y “el hacer el bien”,[es decir, ayuda al Otro basada en el respeto de la dignidad de la persona, la solidaridad y el localismo (es decir, ayuda al que tienes al lado más que al que no puedes alcanzar – que en el vídeo lo llama principio de subsidariedad)].
¡Qué tengamos un buen debate!